El mundo de los negocios presenta una característica representada a nivel mundial, se estima que más del 60% de las pymes se clasifican como empresas familiares, en América Latina la proporción se estima en más del 90%.  No existe una definición universalmente aceptada de lo que es una empresa familiar, sin embargo, por las características de las pymes, una empresa familiar es aquella donde miembros de la familia dueña de la organización, además de su influencia como propietarios, también participan en la operación de la misma.   
¿Qué hace distinta una empresa familiar a una que no lo es? Es obvio que el factor principal es el componente de la familia, sin embargo, en la operación es donde se notan más las diferencias.  Las empresas basan sus estrategias de acuerdo a la visión y objetivos empresariales que se desean alcanzar, pero en las empresas familiares, entran en combinación tres factores: los derechos de los familiares por ser propietarios, la influencia de la familia y la operación de la empresa por parte de los mismos familiares.  Lo anterior indica que entran en juego e influyen de manera importante, los intereses propios de la familia en la empresa, es decir la existencia de objetivos familiares.
Para muchos investigadores y consultores del tema de la empresa familiar, el éxito de la misma deriva en la búsqueda de un equilibrio entre los objetivos de familia con los de negocio, Belausteguigoitia los plasma con la analogía de un barco compuesto por tres elementos, en el babor y estribor, los elementos de familia y empresa, y como centro la propiedad.  El dirigente de la empresa familiar debe tratar de encontrar un equilibrio entre los objetivos familiares y los empresariales, ya que si se enfocan en uno sólo, o se le da mayor prioridad a un solo elemento, entra en serios conflicto la empresa.  Si se recarga en darle mayor interés a la familia, sufre la empresa, como son los casos donde se practica de manera muy excesiva el nepotismo o el altruismo, no respetar el principio de entidad y utilizar de caja chica los fondos de la empresa.   Lo mismo ocurre si se recarga del lado de la empresa, como los casos donde se sacrifican los ingresos de la familia, o dedicarlo más tiempo de lo normal para beneficio de la empresa. Si la prioridad es sobre la propiedad, ocurren las situaciones como los pleitos por los derechos hereditarios, la venta de los activos, etc.
El equilibrio entre los objetivos, comienzan con una definición clara de ellos, siendo los objetivos familiares los más complejos de concretar.  Es importante realizar actividades que fomenten una mejor comunicación familiar que facilite definir los objetivos familiares que se deseen alcanzar con la operación de la empresa.  El consejo familiar es un instrumento de órgano de gobierno que ayuda a conseguirlo, sin embargo implica una participación activa de la familia y que todos busquen conciliar sus intereses personales por un solo interés familiar. 
El trabajo de dirigir la empresa familiar consiste entonces en buscar un equilibrio entre los objetivos familiares y empresariales, partiendo de una  definición clara de ambos.  La comunicación frecuente y formal de los objetivos, su alcance y estrategia para obtenerlos, será factor importante para el éxito de la empresa.


El momento que decidiste casarte, la primer incógnita que viene a tu mente es pensar en dónde van a vivir.  La compra de una casa es en sí la adquisición de unos de los activos de mayor trascendencia para una persona, ya que abre la oportunidad de formar un patrimonio, aporta la sensación de seguridad no sólo para la pareja pero también para la familia; y es a partir de éste momento que se inicia el proceso de formar una comunidad en una sociedad.
Sin embargo el adquirir una casa no es un asunto sencillo, y el motivo es por el monto de su costo.  En caso de que no tengas en tu cuenta la cantidad solicitada por el valor de venta, existe la oportunidad de adquirirla con la ayuda de un financiamiento.
Es importante comprender esto último, el crédito que se te otorga por una vivienda es por una parte del valor de la misma, el resto la debes cubrir de manera independiente de la Institución de Crédito que te proporcione el financiamiento. Este tema, el enganche, será fundamental para que determines el tipo de casa que deseas.  Un crédito hipotecario, es un financiamiento por una cantidad hasta un máximo del valor de la vivienda, por lo que, aunque hay un máximo, no existe un mínimo de crédito. Entonces, deberás adquirir un crédito de acuerdo a la cantidad que puedas asumir; y esto es relacionado con el pago mensual o mensualidad del crédito.  El pago mensual es el tema a discutir aquí, ya que dependerá de la cantidad que estés dispuesto a separar de tus ingresos a un largo plazo (se ofrecen normalmente de 10, 15 y hasta 20 años).  La regla de las Instituciones es ofrecer crédito donde el pago mensual resultante no rebase el 25% del ingreso líquido del acreditado o un 30% en caso de que sea un ingreso conyugal. Este cálculo es el resultado de la relación entre monto de crédito, plazo y tasa de interés.
Mis recomendaciones a tus dudas…
No quiero estar pagando una deuda toda mi vida. La mejor estrategia es siempre contar con liquidez, es decir, tener disponibilidad de efectivo.  Esto último lo da el plazo, el cual entre más largo, más baja la mensualidad por el mismo monto de crédito.  Es mejor estar siempre en condiciones de poder estar pagando, en caso de desear disminuir el plazo, aprovecha que todos los bancos aceptan pagos adelantados o abonos de capital, los cuales además de disminuir tu deuda, le restan meses al plazo.  Recuerda, entre menor el plazo, mayor el pago.
¿La casa de mis sueños o la casa que me alcance?  Primero debemos saber que el valor de la casa y el monto de financiamiento son dos cosas distintas.  El segundo es un cálculo resultado de tu ingreso, el plazo y la tasa de interés; en otras palabras, te financian de acuerdo a tu capacidad de pago y no por el valor de la casa.  Si el financiamiento rebasa el valor de la casa, el banco generalmente te presta en promedio hasta un 85% del valor y el resto lo pagas como enganche. Normalmente ocurre lo contrario, por tanto deberás ahorrar o conseguir la diferencia del valor de la casa y monto de crédito al que tengas acceso. Si tienes prestaciones como Infonavit o FOVISSSTE, existen productos financieros donde se aprovechan estos fondos como enganche. Para conocer tu capacidad de crédito utiliza los simuladores que ofrecen los bancos en sus páginas web y revisa tu prestación laboral. 

Voy a utilizar todos mis ahorros para el enganche. Si la casa es usada, es probable que esté equipada, pero si es nueva vas a necesitar bastante de tus ahorros para equiparla.  Normalmente las casas nuevas no vienen provistas con lo esencial para que puedas inmediatamente hacer tu mudanza.  Debes calcular los costos de los muebles de la cocina, closets, calentón, equipos de refrigeración, pisos o alfombras, además de los muebles.  Normalmente requieres el doble que lo que solicitan de enganche en equipamiento, por lo que debes reconsiderar lo que usarás para ello.

Quiero tener la casa lista al momento de casarme.   Si no tienes el dinero suficiente, mejor espera cuando estés listo. Juntar para el enganche no lo es todo, también el mudarte a la casa nueva cuesta.  Es mejor rentar un departamento que de oportunidad de ir ahorrando que hacerte de una casa de la cual pudieras arrepentirte después.  Si ambos están trabajando, es posible ahorrar en un plazo más corto de lo que crees lo que necesiten, siempre y cuando se lo propongan.

Vamos a comprar la casa que podamos comprar entre los dos.  De mi propia experiencia como ejecutivo de crédito hipotecario, es riesgoso el adquirir un monto de crédito de acuerdo a un plan de pago mancomunado.  Aunque sea un máximo del 30% del ingreso de los dos, en caso de que por algún motivo alguno no pueda o tenga ingresos, se convertirá entonces el pago mensual en una carga muy importante, posiblemente hasta un 50% del ingreso del cónyuge que tenga todavía trabajo.  Es mejor solicitar un crédito en base al ingreso de uno de ustedes, pero con oportunidad de incrementar la capacidad de ahorro como pareja y dar un enganche más fuerte, hacer abonos a capital, o equipar mejor la casa.


Platica y planea abiertamente con tu futuro(a) cónyuge sobre este tema, ya que el crédito hipotecario se convertirá en unos de los gastos cotidianos más importantes de tu futuro, y no debe opacar las ilusiones de formar un patrimonio.  Investiguen y aprovechen las distintas ofertas de financiamiento, y utilicen la que más se acomode a su situación financiera. 

Copyright 2010 Sergio Otero Flores
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